¿Cuántas veces sentimos que alguien más nos observa a distancia y con sigilo? En esta oportunidad Leo nos abre la puerta hacia un campo muchas veces inexplorado: la mirada de ese ente que nos observa como mundo, desde un rincón. Nos introduce en los pensamientos de eso que constantemente nos vigila, le da vida a este ser, y nos permite captar su ojo. "El miedo a un mundo ajeno" es una hermosa manera de adentrarse en une misme y aceptar que no todo es eterno y que el mundo sigue girando pase lo que pase. Una catarsis, un brazo que te arranca de donde estás para ver el otro lado. Cuando somos felices no somos concientes de nada pero cuando nos mueven de ese lugar somos capaces de sentirlo todo. Quizás sea una invitación a disfrutar ambos paisajes y entender que una casa en llamas es destrucción pero también luz, y Leo de alguna manera nos regala esa disociación.
En los últimos años experimento cada vez mas la realización de que el mundo se mueve sin mi, que probablemente, si me quedara parado el mundo se olvidarÃa de mi de la misma manera en la que yo me olvidé de tantas cosas y personas.
Esta serie es una simple observación de mis propias tendencias de mirar el mundo, no es un esfuerzo concertado para llegar a algún tipo de conclusión. No son buenas fotos, no son trascendentales, no tienen un Ãmpetu o intención de transformarse en obra; solo son lo que son, fotos de márgenes, desde los márgenes.
