Cuerpos rotos, una marea llena de carroña y huesos, figuras ambiguas que habitan en las esquinas de habitaciones, la periferia de tu visión y el fondo de un pasillo poco iluminado, el peso interminable de una pesadilla febril, la sensación de estar viendo algo que deberíamos haber visto. Las obras de Mato nos colocan en una posición precaria, como si estuviéramos frente a un depredador o si como fuéramos lxs sobrevivientes de un terrible desastre. Son obras difíciles de describir en palabras y las lecturas llegan a ser interminables como una suerte de prueba de Rorschach, solamente quedar guardar silencio y darles paso para que hablen por si mismas.
Me dicen mato: Hago cosas con lápices, lapiceras y digitales. No se si mis dibujos tienen algún significado, a veces este se revela ante mi después de terminarlos.
Me interesa saber que ven los demás en ellos también, no me gusta influenciar sus opiniones.
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